jueves, 23 de diciembre de 2010

JMC


En los años que estudié en la facultad tuve un amor platónico no correspondido desde 2º de carrera. Respondía a las siglas de JMC y sólo coincidía conmigo algunas horas, pero siempre lo buscaba con la mirada y me fijaba en todo su cuerpo. Su carpeta estaba forrada con un montaje del "David" de Miguel Ángel con su cara. Aún me quedaba mucho por aprender y mucho por pasar (yo es que desperté tarde a los sentidos). Un año más tarde esa fijación en él se convirtió casi en obsesión, y como entonces ya sí compartíamos casi todas las horas, buscaba la manera de estar sentado lo más cerca posible de él, y a veces estuvimos al lado. Me contentaba con eso, sabía que más no podía pasar, dado que él era hetero, estaba en una pandilla a la que yo no pertenecía y, además, yo era, teóricamente, hetero también. Los dos últimos años de facultad hicieron que lo que antes fue sólo una relación de miradas furtivas se convirtiera en una relación de amistad de baja intensidad. Es con lo que me hubiera conformado tener con él la primera vez que lo ví. Diversas fiestas y barriladas en la facultad hacieron que entrara en su grupo de amigos (yo, que estaba en la pandilla "rival"!). Algunas de esas fiestas se alargaron hasta el mítico "Bar La Moneda", una institución hispalense en la que he quedado hoy con María, la que por entonces era mi novia (qué cosas, ¿no?).

Terminamos la carrera, y tuve fiesta de fin de carrera con mi pandilla y también con la de él (me invitaron). No sé qué me pasa que siempre estoy en la mitad! Posteriormente lo ví vestido de chaqueta trabajando para alguna inmobiliaria, y hace un año o así me sorprendió en Santa Cruz al presentarme a su mujer embarazada (qué cosas, ¿no?). Puede que no fuera el tío más guapo del mundo, ni el más inteligente, pero a mí me daba alegría verlo cada mañana, como si fuera una quinceañera. Llegué a tener sueños eróticos con él. La paradoja quiso que cuando tuve más relación con él ya no me gustara casi nada, pero me sirvió para comprobar algo que no sabía al principio: Que era un tío encantador.... ¡que te vaya bien en la vida, Jose!

P. D.- Por supuesto, él nunca supo de mi atracción fatal, así que a callarse tó el mundo!
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...