martes, 28 de diciembre de 2010

Bandera de Gong


Esta especie de bandera reproduce de forma muy simple los colores secundarios. Hace ya más de dos años, debido a la preparación del examen práctico de mis oposiciones a enseñanza secundaria, creé un blog sobre Historia del Arte, de cara a poder utilizarlo en la defensa de mi programación didáctica. Al ir diseñando dicho blog, no dudé en aplicar estos tres colores, que se convirtieron en el hilo conductor de gran parte de mis oposiciones, de forma que para la portada de la programación escogí un cuadro de Mondrian en el que cambié los colores primarios por los secundarios, estableciendo un vínculo con el blog, con el que había una clara relación. La coloración de los distintos apartados tenía, igualmente, los mismos colores. La obsesión por la estética llegó a tal punto que incluso utilicé dichas tonalidades en mi atuendo personal para el día de la exposición, ropa interior incluida.

Desde entonces, o quizás antes, utilizo mucho el verde y el naranja para vestir, y, en menor medida, el morado. Tengo cazadoras verdes, relojes verdes y naranjas, y mi coche es naranja.... podríamos decir que, sí, esta es mi bandera. Esta es la Bandera de Gong.

Aprovecho esta entrada para comunicaros, a los que aún siguen por aquí, que estoy mudando toda la información de este fotolog a un blog en el que puedo organizar mejor toda la información. Esto no quiere decir que cierre el fotolog, pues seguiré subiendo cosas de vez en cuando.

Fallera de Moratín



La Fallera de Moratín. Dije que lo próximo sería algo más valenciano... y sólo le falta una paella en lo alto de la peineta. Porque a la muchacha no le falta un detalle.

Como ya avancé el otro día, este paint se debe a la inspiración que me dio Gema. Una noche de sábado, tras reirnos de lo lindo en el sevillano Parque de María Luisa, decidimos irnos los dos a su casa. La idea era tomar algo allí y luego salir a la calle a copear un ratito. Pero el destino quiso que nos quedáramos atrapados horas y horas entre esas paredes mientras escuchábamos canciones de Balkan Beat Box. El hachís y el alcohol cumplieron su cometido al garantizarnos la hilaridad y el disfrute que de dichas sustancias siempre se espera, y mi imaginación hizo de las suyas sobre un post-it, ayudada de la siempre agradecida presencia de un rotulador azul. Primero dibujé una voluta. Luego otra. Y así, voluta tras voluta, se fue configurando sobre el papel la inquietante presencia de un personaje femenino que he tratado de reproducir lo más fiel posible en este espacio que la red de redes nos proporciona. Asombrada Gema de mi hazaña artística y casi sin poder respirar debido a lo jocoso del momento, le mostré este fotolog, que estuvimos mirando durante horas y más horas sin apenas interrupciones. Dadas las circunstancias anteriormente descritas, le prometí una actualización basándome en aquel dibujo, que muy cuidadosamente colocó ella en una de las compuertas del mueble de su salón en plena efervescencia porruna. Sólo quedaba bautizar a la criatura. No fue difícil. Con sólo mirarla, uno llegaba rápidamente a la conclusión de que bien podría tratarse de la prima lejana de la Dama de Elche. El Levante estaría presente. Lo de Moratín era fácil también, a la vista de nuestro estado mental aquella noche, sobre todo si tenemos en cuenta que la calle en la que vive ella se llama así: Moratín. Curioso. Ella no podía haberse ido vivir a la calle Reposo. No. Ella a Moratín. No fue la única que vez que homenajeamos a dicha calle. Y supongo que quedarán muchas más.

Dedicado a Gema con todo mi amor.

Que me gusta a mí una buena volutica!
 
 

Mujer simple, muy simple


He vuelto, no sé si para quedarme...

Hace unos meses, andaba yo con mi amiga Gema pasando una velada de lo más surrealista, cuando mis manos empezaron a dibujar sobre un papel un dibujo altamente creativo. Dado que ella quedó sorprendida por mi hazaña, tuve a bien descubrirle este espacio, del que quedó gratamente satisfecha, la jodía.

Hoy vuelvo a su casa a tomarme una cerveza. Y fijaros lo que ha salido. Algo simple, muy simple... aunque está en mi mente hacer algo más grande... y más valenciano...


La Virgen de la Navidad


Parece ser que en el seno de los más fervientes admiradores de la fe católica, últimamente batante movilizados en pro de la "verdadera familia" y capitaneados por políticos y periodistas de dudosa credibilidad, la presencia de la oronda figura de Pap Noel subiendo por las escaleras en no pocos balcones de nuestra España empezaba a molestar. Así pues, hubo un buen día en el que alguien, en arrebatada imaginación, tuvo la idea de confeccionar grandes telas de color rojo intenso sobre la que "estallara" la figura de un Niño Jesús, en su versión más escayolística y souveniresca. Dichas banderolas han ido poblando los balcones de numerosos hogares de nuestras localidades, hasta tal punto que, en lontananza, parece que en breves momentos fuera a efectuar su procesión la mismísima Virgen de la Navidad, que aquí, aunque sea por jorobar un poco, la vestiremos con los colores del santo lapón.

Viva la Virgen de la Navidad!, gritarán los más devotos....

Viva el niñodió!!!!, contestarán otros en rojiblanco éxtasis colectivo...

Todo este espectáculo navideño irá acompañado musicalmente de los grandes éxitos de hoy, de ayer y de siempre.

Tengan ustedes una FELIZ NAVIDAD
 

Björk


Aquí la diosa Björk, que lleva una semana dando conciertos por España, y que mañana estará en Madrid... y allí estaremos para verla. Porque es una artistaza, porque desde que escuché por vez primera "Bachelorette" supe que eso era especial, distinto... que había sensibilidad y modernidad al mismo tiempo, que había melodía, voz... Hace ya bastantes años que la amo y por fin la voy a ver.

En la gira, según parece, aparte de mostrar los últimos temas de su disco (entre los que destaco "Innocence" y, sobre todo, "Wanderlust"), reinterpreta temazos como el citado "Bachelorette", el mágico "Joga", "Hubter", "Army of me", "Hyperballad", "All is full of love", una versión muy españolizada del "Oceania", "Pagan poetry", y un largo etcétera. Creo que va a valer la pena.

Aquí os dejo una imagen de ella con los colores de la portada de su último disco (que, a decir verdad, es un poco no sé cómo decirte... parece que está metida en un helado de esos que son muñequitos de plástico y que por dentro está el helado... pues ella es el helado, vamos... será por eso de que es de Islandia). Bueno, pues deseando estoy de ver a la loca esta, en la que será una nueva visita a Madrid.

Tendréis noticias!
 

Europride


Este año estuve por primera vez en el Orgullo Gay de Madrid y fue toda una experiencia. Las carrozas eran divinas, eso está claro, a cada cual más marchosa y más llena de musculocas (me pregunto yo si harán limpieza étnica a la hora de acceder a ellas). Sin embargo, mi carroza preferida no llevaba ni ruedas, ni música, ni purpurina ni condones. No. Los mejores fueron estos dos que os muestro: Una pareja de un chico y una chica que se subieron a la marquesina de una parada de bus urbano con unas pistolas con los colores del arcoiris, cargadas de agua, y unos antifaces morados. Estuvieron durante las cuatro horas que tardó en pasar la cabalgata animando, bailando y disparando agua hacia las carrozas. De vez en cuando volvía a mirar a la marquesina y seguían exactamente igual. Ella levaba un bolso marypoppinesco en el que le cabía de todo, pues nunca les faltaba ni alcohol ni tabaco, y no desfallecieron en ningún momento. Me parecieron los más auténticos de toda la manifestación. Cuando empezaron a pasar los camiones de basura se bajaron de un salto, y santas pascuas.

Para quien pasara por allí, estaban al inicio de Gran Vía, delante de una iglesia (San Hermenegildo, si no recuerdo mal), justo enfrente del Círculo de Bellas Artes y muy cerca del Edificio Metrópolis.

Creo que no se podía estar más orgulloso aquella tarde.

Amelia del Realejo



Se lo dedico a ella porque la conocí no hace mucho. Hacía tiempo que no veía a una persona tan digna, a pesar de que no la conozca realmente.

Todo suecedió una bonita mañana mientras tomaba café en la Plaza Nueva de Granada con una persona que acababa de conocer, y que ahora parece empeñarse en no seguir conociéndome. De repente llegó una señora de avanzada edad. Pequeñita, pizpireta, muy delgada y con mil arrugas. Con una falda muy larga y un delantal. En una mano llevaba un manojo de postales que iba vendiendo -o al menos eso intentaba- . Yo, en mi ignorancia, le dí largas, movido por la inercia, y mostrando cierto desinterés. En ese momento se hizo el milagro: "Soy yo", dijo. Miré de reojo las postales mientras se marchaba. Había dos modelos: En una aparecía una foto de estudio en tonos sepias de lo que parecía ser ella de joven, con una firma. En otra, se veía a ella de mayor, saludando desde un balcón plagado de geranios. Cuando reaccioné, la anciana se iba alejando ya por la calle Elvira. Én mi cabeza retumbaba aquella frase, "soy yo", "Soy yo", de forma insistente, y a mi mente venían las imágenes de las postales. En un segundo imaginé que aquella señora pudo haber sido de joven alguna cantaora de éxito, y que ahora malvivía pidiendo por las calles acompañada de sus postales.

A las dos semanas, volví a ver a aquella señora. Fue en la Plaza de Bibrambla. La mujer llegó a la mesa donde estábamos una compi de curro y yo, y volvió a mostrar sus postales. Entonces no dijo que fuera ella, pero yo quería volver a escuchar esa voz tímida y aquella frase enternecedora: "¿Quién es?", pregunté. "Soy yo", contestó. Me interesé en comprar una de sus postales. Me iba a dar la de joven, pero yo le dije que la otra. Se la compré. Desde entonces decora una de las paredes de mi pequeñito y destartalado estudio del barrio del Realejo.

Al abrir mi puerta, cada día, ella me recibe desde su balcón.

Sopho

Bueno bueno, llevo un mes de Mayo de lo más genial. Febrero fue también muy bueno, pero de Mayo llevamos poco más de la mitad y ya lo empieza a superar. Todo muy bueno, coño, que ya me merezco yo que las cosas me vengan rodadas. Renacido de mis cenizas.

El fin de semana pasado fue perfectamente redondo, a medio camino entre un fantástico concierto de Fangoria en Almería y una noche eurovisiva que terminó en mañana de cafés y descubrimientos.

Para quien no tenga prejuicios, o para quien los tenga, y quiera quitárselos. Que se sepa que en Eurovisión no todo son horterados. Temazo de principio a fin de la fantástica Sopho. Una nueva diva que añadir a mi colección

La grapa


Supongo que todos y cada uno de nosotros habremos tenido a lo largo de nuestra existencia caídas más o menos ridículas, o accidentes caseros más o menos surrealistas. Yo en ese capítulo no ando demasiado mal, teniendo en cuenta que luzco una cicatriz kilométrica en mi frente imposible de ocultar, y cuya ubicación y circunstancias creo no haber revelado aún este flog (por lo que pido a mis allegados no lo hagan hasta que yo muestre vía paint todo cuanto rodea a tan insigne acontecimiento). El caso es que lo que hoy quería recordar es uno de los capítulos más absurdos que he protagonizado en relación a los accidentes domésticos, y que, afortunadamente, pasó hace ya muchos años. Resumiendo: Me planté una grapa así, como si nada, en uno de los dedos de una mano. Lo mejor es que todo esto aconteció durante una clase en el instituto, y, debido a mi timidez adolescente, no desvelé tal circunstancia a lo largo de toda la mañana, y sufrí en silencio mi dolor de grapa, o mi dolor de dedo, o mi dolor de uña... que ya no sabía ni lo que me dolía, con la mano metida en el bolsillo. Así regresé a mi casa choquera y en mi habitación estuve desenroscando el citado cuerpo extraño durante todo lo que restaba de día, entre llantos y gemidos, mientras gritaba desconsolado "La grapa, la puta grapa, putaaaa", y demás salidas de tono que por educación obviaré reproducir en este lugar. Incluso recuerdo haber grabado en un musicasette el audio de tal situación, que no se resolvió con éxito hasta las once o doce de la noche, pues me negué a cualquier ayuda externa que pudiera proceder de algún miembro de mi familia. Patético todo, ¿verdad? Pues eso no es todo. No fue la primera vez que me grapé el dedo. Hubo una segunda vez. No sé, le pillaría el gustillo. El caso es que la segunda vez fue más rápida, y menos dolorosa. Lo que es la práctica, oyes.

P.D.- Otra vez, de más niño, me pillé el pito con la cremallera del pantalón. Ná, una época que me dio por no ponerme calzoncillos, con lo que eso proteje! Por suerte, el vecino del quinto era médico, y ná, me sacó la pilila de allí. Debido a la castidad de esta web he decidido no reproducir este último capítulo, así que ná, quedaros con el de la grapa.

Jesucristo de la Postmodernidad


Jesucristo. Ese personaje, a medio camino entre la historia y la leyenda, siempre me parecerá una mezcla entre un hippie y un heavy de esos que aún quedan por las calles de nuestras ciudades. Concretamente en Granada, destierro de muchos insatisfechos con el sistema, pueden encontrarse muchos ejemplares de esta especie. No predican porque pocas veces podrían cumplir con el ejemplo, entre otras cosas porque no podrían trabar un discurso coherente a causa de los estupefacientes. Pero eso no es lo importante. Lo importante es, precisamente, y por paradójico que resulte, lo más superficial: La ropa. Sí, señores. Yo al menos así lo veo. Mientras más aparentemente descuidada está una persona, más reflexiones ha tenido que llevar a cabo para adoptar ese descuido, la mayor parte de las veces intencionado. Porque si no, no me cabe en la cabeza que una persona poco preocupada por la moda pueda disfrazarse con calcetines de rayas multicolor, uno sobre el pantalón de color lila y otro por debajo, dos camisetas superpuestas, la más visible con un símbolo anarquista, alguna cazadora cuyo precio probablemente sea superior al de las cazadoras comúnmente llamadas "pijas", y un pelo imprescindiblemente melenudo, que tendrá que asemejarse lo más posible a la imagen iconográfica que todos tenemos del Sagrado Corazón de Jesús. Situén al especimen en una plazoleta de cualquier ciudad, lo más céntrica posible, junto a unos librillos de papel de fumar, una bolsa llena de marihuana, y algún diábolo o artilugio circense de características similares, y tendrán ante ustedes a la imagen actual de nuestro particular Jesucristo de la Postmodernidad. El último hippie de la historia.

P.D.- Hablando de hombres peludos, no se pierdan "300" en sus pantallas de cine. No lo digo por la peli, regularcilla tirando pabajo, pa mí gusto, sino por el Leónidas. Con ese libraba yo mil y un batallas.
 
 

La Coloretes


La Coloretes. Es tan divina ella, tan femenina y espectacularmente maruja, que recibe la pintura a pequeños disparos. Como en aquel capítulo memorable de "Los Simpsons" en el que a Homer le daba por inventar artilugios, uno de ellos consistente en una ametralladora que maquillaba a Marge de un sólo pistoletazo.

¿Qué sentido tiene el maquillaje? ¿Disimular los efectos? ¿Tornarlos en manchas de color? ¿O simplemente sacar nuevos defectos a la luz, y no me refiero con esto al del mal gusto? A todos se nos ocurrirán ejemplos notables de personas mal maquilladas, o mejor dicho, mal pintadas. En algunos casos, la acumulación de pigmentos llega a ser tal que uno no sabe si se encuentra ante una señora o ante una creación póstuma de Jackson Pollock, action painting incluida. Esto en el caso de las señoronas. Capítulo aparte merece la policromía que se aplican últimamente las modernas. Al igual que con la combinación que éstas suelen utilizar para llevar faldas, camisetas o leotardos, la premisa básica es "mientras más chillón, mejor; mientras peor combinados, mejor". De esta forma, nos encontraremos con ojos morados, coloretes rojos, labios negros y algún toque marrón caqui por algún lado. Ya se sabe: Mientras más parecido haya con el payaso de Micolor, mejor que mejor. Por último, habría que citar la subespecie que se suele citar en determinados locales de ambiente de dudoso gusto musical, en los que la tendencia en ropajes y pigmentos es igualmente escalofriante, en tanto en cuanto van in crescendo los ojos pintados y los labios perfilados al son de los últimos éxitos de Soraya, David Bisbal y demás petardas de la misma calaña. Tremendo todo.

Hagan un análisis de todas estas variantes y lleguen a las conclusiones que crean oportunas. Si no lo consiguen, no se preocupen: Dentro de muy pocas horas es Sábado Noche, y con estas cosas sucede lo mismo que con los hombres-lobo cuando hay luna llena: Las transformaciones son espectacularwes y, a veces, imprevisibles. A correr tó el mundo.
 

Cristinita y Chabeli macarenas


La pasada "madrugá", dos de mis niñas, Isa y especialmente Cristinita, se me hicieron macarenas contra todo pronóstico.

Vimos todas las cofradías de la madrugada del Viernes Santo como deben verse. Con anécdotas. Con cervezas. Con cafés con leche. Con chocolate. Con tostás. Y con frío. Con mucho frío. El Gran Poder por el Museo, en primera fila, como únicamente debe verse. La Hermandad de Triana "trianeando" por el barrio del Arenal. Los Gitanos haciendo las chicotás eternas en la Cuesta del Bacalao.El Silencio, El Calvario. Y la Macarena. Siempre la Macarena. Por la noche, por la mañana, pero siempre disfrutando de una de las cosas más especiales que ha inventado esta ciudad tan esquizofrénica pero tan maravillosa al mismo tiempo. Porque la Macarena levanta pasiones a creyentes y ateos, a sevillanos y a foráneos, digo yo que por algo será. Cristinita, que nunca ha sido capillita y en su vida ha visto si acaso media docena de pasos, quería ver el palio una y otra vez. No se cansaba. Ni yo, claro. Crea adicción.

Muchas gracias a Cristinita y a Isa por una madrugá genial. Por estar toda la noche juntos y por habérnolos pasado tan tan bien, compaginando risas con momentos plenamente capillitas, jejeje. Gracias también a Mónica, Pepe, Jesús y Curro, por haber compartido también, total o parcialmente, estos buenos momentos.

En la foto, Cristina e Isa rodeadas de los dos colores de tan mágica noche: El negro del Gran Poder, y el verde de la Esperanza.

El balcón de los mariquitas


Una de las características más genuinas de la Semana Santa Sevillana son los balcones repletos de personas para ver los desfiles procesionales desde lo más alto. Aquí tenemos un ejemplo de ello. El balcón de los mariquitas. El que aparece en el centro es el dueño del inmbueble. Lleva semanas pensando en este momento. Ha engalanado su balcón con las más vistosas colgaduras, con los colores de la enseña nacional, ha colocado ramas de olivos y demás especies arbóreas en los extremos y ha invitado a amigos y conocidos, para los cuales ha comprado un surtido más o menos interesante de chacinas y aperitivos diversos, además de bebidas resfrescantes, isotónicas y de baja graduación (para cuando la cofradía salga de su capilla por la tarde) y de alta graduación (para cuando la cofradía haga su entrada a altas horas de la madrugada). A su casa han ido llegando de forma progresiva amigos de plumaje variado, desde el modelo gallináceo a la tipología Pavo Real, con el programa de itinerarios cofrades en mano. Unos son simpáticos y sociables; otros hacen de la cara avinagrada su bandera de insatisfacción personal. En uno y otro caso, disfrutarán de unas vistas privilegiadas, viendo el reguero de nazarenos y cirios desde el cielo. No les faltará ni un detalle. Si acaso una saeta o una lluvia de pétalos. A más de uno no le importaría ser portado bajo palio por 36 hombres de amplia musculatura.
 

Lunes Santo en el Tiro de Línea


Aquí vemos a la Chari. Tiene cincuenta años y trabaja de carnicera en el mercado de abastos del barrio. Le gusta ver el programa de Canal Sur de por las tardes, la mortadela con aceitunas y las canciones de Isabel Pantoja. Se quedó viuda ya hace unos años, pero tiene dos hijos que le ayudan en el trabajo. Sus padres aún viven, y tal día como hoy se reúnen todos en la calle Almirante Topete. Como todos los del barrio, cierran su comercio y se engalanan de arriba a abajo para ver a la cofradía de sus amores. Un barrio humilde que lleva cincuenta años haciendo Semana Santa. Probablemente Chari esté llorando ahora mismo al ver otra vez en la calle a su Virgen de las Mercedes, y es probable que grite a su paso "Te vas a romper de guapa, hijaputa". Porque el Cautivo sale por la mañana. Tal es la lejanía de la Catedral. Porque la Semana Santa también está en los barrios, mi sincero homenaje a tantas y tantas personas que se emocionan recordando los inicios de una hermandad humilde y rica al mismo tiempo.... otra vez es Lunes Santo en el Tiro de Línea.


Expulsando


Este personaje que ven ustedes aquí lleva aproximadamente un mes experimentando metamorfosis. Unas han sido positivas, otras negativas. Aquí lo ven vomitando todos los marrones a los que se ha visto sometido en las dos últimas semanas. Es necesario expulsar, para limpiar cuerpo y alma, y para empezar una nueva vida. Las cosas nunca vienen solas. Algo parecido dicen, creo recordar.

Una semana en la que he estado trabajando hasta la extenuación con el tiempo pisándome los talones, saliendo incluso airoso a pesar de los contratiempos. Una semana de idas y venidas, de llamadas salientes y llamadas entrantes, de llaves viejas que se devuelven y llaves nuevas que se te entregan. Una semana en la que algunas personas dejan definitivamente de ser tu apoyo para convertirse en tu pesadilla. Y en la que otras comienzan a abrirte los brazos. Una semana de mudanzas inesperadas a la 4 de la madrugada, entre cuestas empedradas. Una semana en la que tus padres por fin reciben esa noticia agradable y desagradable a la vez, pero que marcará sus vidas. Intensos días. Comienzan otros nuevos, espero que mejores que los quince últimos. Supongo que de algo me habrá servido vomitar la bilis. Estoy limpio por dentro y es por ello que me dispongo a comerme el mundo.

A todo esto.... Viva Sevilla!
 
 

Lourdes es Ámbar


Lourdes es Ámbar. O Ámbar es Lourdes.

Hoy quiero presentaros a una chica encantadora que he podido conocer en Granada, y que vive en una casa preciosa muy cerquita del ayuntamiento. Ahora está malita, tumbada durante dos semanas o más en el sofá de su salón, porque se hizo algo en los ligamentos una noche en la que se cayó en el suelo al pegarse un carrerón ante una situación un tanto absurda que es mejor no desvelar. Lourdes toca el piano, y a veces también compone poemas. Unas veces de amores imposibles. Otras, de sana venganza, con ácaros incluidos. Su perro se llama Ámbar. Los dos solían pasear juntos cada mañana entre los bosques que rodean la Alhambra, en el Cerro de la Sabika. Como ahora está malita, David, un chico encantador, va dos veces al día para dar el paseo a tan entrañable mascota. Yo también voy a veces. Hoy he estado allí con los dos, y le he fregado los platos. La pobrecica, mientras menos se mueva, mejor. Cada vez me gusta más el color ámbar de Ámbar y el color ámbar de Lourdes. Creo que iré más veces a esa casa.

València en Falles


Este fin de semana tuve la suerte de estar por primera vez en las Fallas de Valencia. Me he enamorado de la fiesta y de la ciudad. He sentido temblar el suelo bajo mis pies durante una impresionante mascletá en la Plaza del Ayuntamiento. Nunca pensé que me emocionaría tanto con unos petardos, pero esa sucesión ascendente de ritmos y esa multitud entregada al momento pudo conmigo. Me temblaban las manos y las piernas y tenía la boca seca. Pude ver fallas diversas, desde las más pobres a las más suntuosas. Caminé bajo una catedral hecha de luces de colores. Admiré a una Mare de Deu gigantesca dispuesta a recibir una monumental ofrenda floral. Ví fuegos artificiales desde todos los horizontes y escuché bandas de música por doquier.

Por si fuera poco, dí una vuelta por Valencia, Ciudad de las Artes y las Ciencias incluidas, en un tarde soleada en la que tuve la suerte de estar acompañado de un sol de persona, tan luminoso como su ciudad.

Gràcies, Valencia

Gràcies, Alejandro.
 
 

Elena. Me sale el arte por las venas


Hace más o menos un mes, compartió casa conmigo y con Arturo, durante quince días, Elena. La Terremoto, como la llama Arturo, porque tiembla la Tierra por donde ella pisa. La Cristalitos, como la llamo yo, porque todos los vasos se rompen cuando ella se acerca.

Durante aquellos días la casa sonaba a taconeo y flamenqueo. Se escucahban las coplas aderezando un fregado de platos, se hacían taconeos en el salón durante los postres de la cena, y se cantaban canciones mientras el hachís olía en todo el salón.

Anoche llegó para dos días aquí en casa. La jodía ya se está haciendo notar, aunque todavía no ha roto ningún cristal... todavía... ahora la escucho cantar... en otro idioma, inglés creo.... es que ella es mu internasioná. Pos nada, un homenaje a una de las obras de arte humanas más importantes aparecidas ante estos ojos en los últimos años.

¡Que te sale el Arte por las venas, sevillana!


Durenka


En el tiempo que llevo desconectado del mundo fotolog me han pasado muchas cosas y he conocido a nuevos y apasionantes personajes. Dado que hoy retomo mi actividad fotologuera, decido hacerlo con una de las personas más sorprendentes que he conocido en los últimos tiempos.

Es posible que algún granadino pueda reconocer en este dibujo a Durenka. Reconozco que el día que me la presentaron la tomé por chiflada. Es tan auténtica que si leyera esto, no le molestaría, sino que le gustaría. ¿Qué sería de este mundo si no existiera una mujer de sesenta y tantos años que se juntara con personas de 20 y de 30, vistiera como le sale del coño, organizara mil y un cursos, se dedicara a actuar, cantar y recitar en los locales más underground, incluyendo espectáculos de flamenco en el Albayzin y el Sacromonte, y además de todo esto y de más cosas, te echara las cartas y te contara incontables anécdotas de su trepidante juventud? Pues seguramente sería algo peor. Cada vez me gustan más los "raros", porque cada vez me parecen más normales, y me hacen ver que "los raros son los demás"

Pensaba poner a Durenka el día de la mujer trabajadora, porque este encanto de señora trabaja cada día para hacer la vida más agradable a los demás. Por tu luz, por los ratos que a veces me haces pasar, por tus palabras y tus miradas, y por el videoclip que tenemos pendiente, esto va pa ti. Viva tu coño!
 

Raimunda e Irene


La madre y la hija. Irene y la Raimunda. Al final las dos. Era lo justo. Porque el resultado de tan hermosa pieza no hubiera sido el mismo sin la magia de estos dos personajes manchegos perfectamente construidos, y hoy premiados, por dos de las grandes. Por Carmen y por Penélope. Enhorabuena otra vez. A las piedras angulares de la película. A Pedro, por haberla rodado y porque hoy ha sido premiado por Amenábar. A Alberto Iglesias, porque cada vez hace mejores músicas. Y a Agustín y a Esther por estar al frente de El Deseo tantos y tantos años.

"Volver", mejor película española de 2006.

Parece que me han dao el premio a mí, jejeje, pero esto pa mí es como pa el futbolero cuyo equipo gana la liga, jejejeje.
 

Granada Nevada


Aquí tenemos a Granada nevada. La pobre, estaba tan tranquila, que le llegó la ola de frío y ná, que empezó a nevar por el Sacaromonte y fue bajando desde el Albayzin al resto de la ciudad. Aquí la vemos luchando con el sol. Y es que ayer me descargó en Granada una intensa y hermosa nevada acompañada de sol, que me hace valorar el sitio en el que vivo desee hace dos semanas y en el que ya estaré viviendo hasta final del curso. Vivo en un barrio que es Patrimonio de la Humanidad, tengo una azotea, y desde mi casa veo la Alhambra. Creo que no se puede pedir más. Así que, hoy, homenaje a Granada Nevada, que se está muriendo de frío. Y saco a relucir una "pintada" que ví ayer cuando iba hacia al trabajo, en un toldo caído en el Paseo de los Tristes, que decía: "Granada Nevada. Farlopa para la tropa y Perico para el equipo". Pues eso. Saludicos!

No nos deseéis


"No nos deseéis, eh?", decíamos la Isa y yo la mañana del 31 de diciembre al entrar en la Venta "Los tres carriles", en La Muela, pedanía de Vejer de la Frontera (Cádiz), donde hemos pasado cuatro días divertidísimos y una nochevieja inolvidable. Llegamos allí el 30 y desde entonces hasta anoche no paramos de reirnos. La instantánea que se recoje aquí tiene que ver con el desayuno que tuvimos el día 31, cuando nos levantamos tan sólo las 9 de la mañana y decidimos tomarnos el café en el citado establecimiento, que estaba a unos 10 minutos de la casa de campo en la que nos alojábamos. La Isa y yo no dudamos en acudir al bar con nuestros respectivos pijamas. Nuestro atuendo completábase con zapatillas de deporte y con abrigos. Íbamos de lo más erótico, de ahí nuestro interés en que no cayeran rendidos a nuestros pies los autóctonos del lugar. Yo me encargué de desayunar con las gafas de sol puestas y consumir con celebridad un jugoso Espidifén. Al salir de allí compramos pan de pueblo para engullir en los almuerzos y cenas que nos esperaban, y volvimos a nuestra casa acompañados de un perro y haciendo fotos de los parajes que nos circundaban, entre las cuales destacó la de un gato de tamaño elefantesco, que demostró mi escasez de pulso, a la vista de los resultados.

Muchas anécdotas que contar estos días: Unos gnocchis sabrosísimos, un muñeco de nieve rapero alegrándonos la fiesta, una Zaida transformada en Marusky de GH, una Mónica abducida por el cuarto de baño, un viejo cantando fandangos a la luz de la candela, un suelo lleno de lentejas, un Raphael haciéndonos saltar de la cama con un "I can boogie" mañanero, un pollo en escabeche de año nuevo, un bailongo inglés, un césped muy agradecido, unos sillones de mimbre con forma de huevo, un paseo por un pueblo de casas blancas, un atardecer atemporal en una playa de sueños, un ordenador encendido en el interior de un coche.... buff, demasiadas cosas. De Matrícula de honor.

-Nochevieja 2006-2007-

-Gonzalo, Irene, Dani, Peluca, Noa, Lobillo, Isa, Zaida, Tim, Graciela, Adrián, María, Alexis, Jony, Mokrany, Steve, Neil, Pepe, Mónica, Carolina, Pepa-

-Hiro Hito, Lucas-
 
 

Muñeco de nieve rapero


El muñeco rapero os desea felices fiestas.

Lo que son las cosas. Desde el día en el que me enamoré perdidamente de este muñeco en una confitería de Arcos para comprarlo un minuto más tarde, su popularidad no ha dejado de crecer. Que se lo digan a María, Alexis, Cristinita, Mero, Curro, Isa, Irene, Zaida o el Peluca... todos ellos saben lo que digo. Tanto es así que anoche, durante la tradicional cena de Nochebuena, no se le cantaron villancicos al Niño Jesús, pero nuestro querido muñeco hiphopero hizo una de sus actuaciones estelares. Y es que eclipsa hasta a la mismísima Virgen (con permiso de Nuestra Señora del Sagrado Corazón Psicodélico).

Justyna


Justyna Steczkowska es una de las más famosas cantantes de Polonia, junto a Kayah, Kasia Kowalska y algunas más. Representó a su país en Eurovisión en el año 1995 con una canción titulada "Sama", que pese a su belleza y a su fantástica interpretación quedó entre las últimas. Desde entonces no ha dejado de editar discos: "Dziewczyna szamana" (1996), "Naga" (1997), "Na koniec swiata" (1999), "Dzien i noc" (2000), "Mów do mnie jeszcze" (2001), "Alkimja" (2002), "Moja intymnósc" (2003) y "Femme fatale" (2004), además de otras grabaciones contenidas en "Najpieknijsze kolysanki" y "10 wspaniaych kôled". Su estilo va desde el folk al rock, del pop al trip-hop, resultando una mezcla de sumo interés. Ha versionado también multitud de canciones, entre las que también se encuentran villancicos o canciones judías. Todo con una gigantesca voz que llega de los tonos más bajos a los más altos, y con una forma de interpretar verderamente espectacular. El fotolog de hoy va para Justyna.

La ciudad de las personas


A lo largo de los últimos tiempos, los sevillanos estamos asistiendo a una transformación sin límites de nuestra ciudad. Los cambios externos son muy fáciles de percibir, habida cuenta de la multitud de obras que nos asaltan en cada esquina y que pretenden, seguramente con buen criterio, hacer más habitable nuestra ciudad. Uno de los argumentos que más repiten los políticos para acallar las voces críticas que surgen a causa de las molestias que dicha transformación está ocasionando a la ciudadanía es que se está construyendo un sueño. Una ciudad para las personas. Hasta aquí todo correcto. Pero habría que reflexionar otras cuestiones que también tienen que ver con la vida de las personas, y con la vida de las ciudades. Y es que, para bien o para mal, esta ciudad ha vivido siempre de puertas afuera. Hace muy pocas semanas entró un vigor una ley que pretendía -o eso nos dijeron- acabar con el botellón y la muy manida "movida". Los cuerpos de seguridad están haciendo todo lo posible para acabar no sólo con la ingesta de alcohol en las calles, sino también con cualquier concentración de personas que toman una copa cívicamente en la puerta de cualquier bar del casco histórico. También se ocupan de cerrar los establecimientos a horas mucho más tempranas de lo que la gente estaba acostumbrada. Con ello lo que se está consiguiendo es que Sevilla, la ciudad de las personas, deje de vivir la noche. Habría que recordar aquí que una ciudad son también sus bares, su vida nocturna, y que la vida de la misma fluye también en ellos. Los lugares de reunión han sido siempre focos desde los que muchas veces han irradiado ideas que en no pocas ocasiones han iluminado la sociedad y las mentalidades. Pretender acabar con esa idiosincrasia es un planteamiento torpe, por injusto, y no hace sino desmentir el consabido eslógan de que se está construyendo una ciudad para las personas

domingo, 26 de diciembre de 2010

Calzoncillos tunneados


Yo no sé qué tiene el tunning que hace estragos hasta en la ropa interior. Y no me miréis así, que lo tengo comprobado y bien comprobado en mi trabajo diario con los adolescentes y adolescentas, especialmente con los primeros, que han adoptado la moda de llevar los pantalones caídos, ya sean vaqueros o chándales . Ello les permite mostrar su distinguida lencería de forma pública en cualquier ocasión, sobretodo en aquellos momentos en los que tienen que realizar movimientos como el de sentarse o agacharse a recoger algo del suelo. Los calzoncillos en cuestión suelen ser de lycra o similar y van decorados con dibujos tribales en color negro, sobre un fondo que oscila entre el azul marino y el rojo burdeos. Uno llega a la conclusión que los esfuerzos de sus portadores no van encaminados a ocultarlos sino más bien a mostrarlos, porque nunca les he visto el más mínimo signo de pudor en sus actitudes respecto al tema. Jamás se suben los pantalones para ocultar sus vergüenzas. Recuerdo una vez el año pasado, cuando mi paciencia no pudo más y le dije a un alumno: "Fulanito, súbete los pantalones que te estoy viendo el culo entero". El chaval obedeció... a medias... se los subió un poco para que sólo le viera la mitad. Todo un detalle por su parte.

En el capítulo femenino se producen algunas variantes: El tunning no está tan instaurado y la provocación al sexo opuesto se realiza en este caso mediante el recurso al tanga, si es de colores chillones mucho mejor, de forma que cuando se sienten insinúen sus curvas a su compañero del pupitre de atrás, como rezaba la canción de Loquillo y Alaska.

Estas observaciones las llevo a cabo día tras día y llegan a sus máximos exponentes durante los exámenes, ya que tengo que pasearme continuamente para vigilar movimientos extraños, entre los cuales no descarto que alguna vez llegara a producirse el hecho de que algun@ extrayera alguna chuleta de su ropa interior, habida cuenta de lo fácil que tienen acceder a ella, por esto de llevarla literalmente al exterior.

Siempre me ha gustado a mí mucho más que me descubran la ropa interior, y no tener yo que mostrarla... y es que en este mundo cada vez se enseña más carne y menos cerebro... ¿me estaré haciendo mayor?

Maléfica, la puta politoxicómana, se prepara para la Navidad


La protagonista de hoy lleva varios años frecuentando los locales más sórdidos de Andalucía Occidental y Oriental en busca de machos cabríos con los que satisfacer su pasión desmedida por el sexo guarro y sin compromisos. No se engañen: Maléfica no es puta porque venda su cuerpo al mejor postor; es puta porque se pasa toda la vida buscando cachalotes que llevarse a su huerto. Para ello, además de vestir con los harapos más insignificantes y provocativos que encuentra en su armario, sale sola de su casa, y sola se va a los bares más mugrientos, ya sean de camioneros o de sofisticados ejecutivos, según le pille el día.

Lo cierto y verdad es que Maléfica gusta de consumir estupefacientes variados, mientras más mezclados mejor, para aderezar sus noches de pasión con los más diversos síntomas que les proporcionan las cualidades afrodisíacas de algunas de las sustancias ilegales que normalmente pululan por discotecas y afterhours de contenido electrónico. Da igual lo que sea. El tema es llevarse algo a la boca. Ella es así.

A Maléfica la han visto muchas veces contonear su cuerpo y con los ojos mirando pa Kazajstán, pero ella sale noche tras noche buscando hombres, con su cargamento pastillil, y a pesar de todo no se siente un ser raro, aunque enseñe sus pezones a la primera de cambio.

Un programa de la TV le hizo una entrevista no hace demasiado tiempo. Y ella dijo que era feliz y que no hacía daño a nadie. Más bien al contrario, daba placer. Muchos desearían ser como ella y no lo hacen por sus roles sociales. Y si no, lector@, ¿qué pensarían de ti si fueras vestid@ como ella?

Bienaventuradas las putas vocacionales, porque ellas nunca pasarán hambre!

Heidi


Bueno, a la Heidi la conoce tó el mundo, yo creo que no hace falta ni que la presente, pero recordemos que ella era Adelaida, la rústica huérfana que vivía con su abuelito en una cabaña de los Alpes junto a Niebla, Copito de Nieve, Cascabel, Pichí, y otros animalitos más. Recordemos su amistad con Pedro el pastor, o con Clara, que nunca se cambió su vestido azul pese a ser una niña de buena familia. Recordemos por supuesto a la Señorita Rottermeier, el mejor personaje de la serie, a las abuelas de Pedro y de Clara, al padre de esta última, a Ninette, y tantos otros... Hoy ha sido el cumple de mi sobrina Rocío, que ha cumplido tres años, y he tenido a bien regalarle la serie completa en DVD. Un regalo mariquita y cursi a partes iguales, pero que a mí me encanta. Me hace recordar mi infancia. De hecho, he pasado la mañana recordando mis viejos tiempos en el yutúb, y he he hecho una selección de las que quizás fueron mis series preferidas de dibujos animados de la infancia

Satanases del Infierno


Hoy vamos a conocer a los recientemente conocidos como "Satanases del Infienno", que no son otros que Alexis, María y su hiperactivo perro, Zigui (popularmente apodado como "Pirbu"). Desde que el primero de ellos se compró una nueva moto, de color rojo y estética setentera, hace menos de dos semanas, utiliza dicho vehículo hasta para desplazarse de acera con el objeto de extraer dinero de un cajero automático. La señora de la familia pasa sus días entre madrugones exacerbados en los que pasea su soledad ensimismada entre melodías de iPod, camino de su trabajo aljarafeño, y noches en las que duerme sus aposentos en el asiento trasero del nuevo habitante de la familia. Una familia que completa el can antes citado, cuyo status familiar es acaparable al hijo primogénito de cualquier familia de nuestra España. No hace falta más que mirar el álbum fotográfico dedicado en el celular del padre, o en cualquiera de los múltiples aparatejos con botones que pululan por su piso trianero, centro telúrico de la Pantoja, de Chiquetete y de la Charini de los Morancos.

A los del Foro de la Familia: Alexis, María y Zigui también son una familia: Los Satanases del Infieeno. Y sansacabó!

29 primaveras


Hoy celebro que desde el 16 de Noviembre contemplo 29 primaveras a mis espaldas. A quien no lo sepa y quiera pasarse, nos vemos en "La Huerta" de la Plaza de los Terceros de Sevilla, a las 21:30, para tomar unos aperitivos y luego proseguir la noche. Que los 29 años sólo se cumplen una vez en la vida. Eso es asín.

¿Y qué he hecho yo a lo largo de 29 primaveras? Muchas cosas, estoy seguro... y podría haber hecho más... pero aún queda tiempo, ¿no?

-En mi primavera cero salió ardiendo el hospital donde nací. Suerte que mi madrina pudo salvarme, ya que era ATS y estaba a mi cargo. Mi madre ya estaba en casa, y yo estaba en observación por algo de los glóbulos rojos. Así he salido, vaya.
-En mi primera primavera, eso pasa siempre, empecé a balbucear mis primeras palabras y sonidos.
-En mi segunda primavera, algo también común, tuve la suficiente destreza como para andar más de dos pasos seguidos.
-En mi tercera primavera, una mula del corral de mis abuelos en el pueblo tuvo a bien propinarme una patada en la frente que me dejó marcado de por vida. No necesito tatuajes para marcar la diferencia.
-En mi cuarta primavera mi vida deambulaba entre las vecinas del Polígono de San Pablo.
-En mi quinta primavera empecé el colegio y tuve mi particular amigo de la infancia: Carlitos.
-En mi sexta primavera mi familia se mudó a un barrio pijo de Sevilla, el Porvenir, y comencé en un nuevo cole: El Joaquín Turina.
-En mi séptima primavera estuve con amigos inolvidables del barrio, como las mellizas, Blanca o Chema.
-En mi octava primavera hice la comunión vestido de marinerito. Estas cosas tenemos que evitárselas a las generaciones futuras.
-En mi novena primavera, una maestra nefasta decidió que la mejor manera de solucionar mis problemas de atención e inadaptabilidad era que repitiera 5º de EGB. Esto es como lo de la mula: Le pasa a poca gente.
-En mi décima primavera, repitiendo, conocí a más y mejores amigos y amigas que los que había tenido los cursos anteriores, en especial Merino.
-En mi úndecima primavera, mis hermanos ya se habían independizado, y a mi padre lo trasladaron a vivir a Huelva. Desde el principio, no encajé bien ni en la ciudad ni en el colegio religioso al que tuve que ir.
-En mi duodécima primavera, fui conociendo a uno de los mejores amigos que he tenido nunca: Nacho. Comencé además a aficionarme por Eurovisión.
-En mi decimotercera primavera, mi vida se limitaba a una adolescencia muy rara, y raras veces feliz.
-En mi decimocuarta primavera conocí a Antonio Díaz, personaje con el que tuve no pocas tertulias semanasanteras.
-En mi decimoquinta primavera me fui haciendo mayor y me salieron más pelos de los que había tenido hasta ese momento.
-En mi decimosexta primavera terminé el BUP con una fantástico viaje a Italia. Fue uno de los últimos capítulos marista-onubenses.
-En mi decimoséptima primavera nos volvimos a trasladar a Sevilla. Fue un año de conocer a gente, de espabilarse y de inmersión en la cultura del botellón.
-En mi decimoctava primavera empecé la carrera de Historia del Arte. Conocí a muchos amigos, como Jesús o Jose. Me fumé mis primeros porros.
-En mi decimonovena primavera hicimos una pandilla universitaria de lo más variopinta en la que nunca faltaban primaveras por celebrar.
-En mi vigésima primavera hicimos un viaje de paso de ecuador a Praga y Budapest. En él, Pepa y yo comprendimos que teníamos que seguir riéndonos muchas primaveras más.
-En mi vigésimoprimera primavera mantenía una bonita relación con María que luego terminó rompiéndose. Viajes al mudéjar y un cariño que no sólo no se ha roto sino que se alimenta día tras día.
-En mi vigesimosegunda primavera pasé unos momentos críticos antes de terminar la carrera. Dudas internas y muchas cosas en la cabeza. Lo dejé con María.
-En mi vigesimotercera primavera decidí salir del armario y tuve mi primera relación con un hombre: Paco. Comencé el doctorado.
-En mi vigesimocuarta primavera realicé un viaje inolvidable a Canarias con Grego. Poco después comencé con Curro, en un momento un poco raro en mi vida. Duramos ocho meses.
-En mi vigesimoquinta primavera dejé el doctorado a la mitad y comencé a estudiar las oposiciones a Secundaria a la vez que trabajaba como monitor de actividades extraescolares y comedor en un cole de primaria, junto a personas tan especiales como María, Cristinita o Isa, entre otras.
-En mi vigesimosexta primavera aprobé las oposiciones sin plaza tras un año verdaderamente horrible y con visión túnel de todo.
-En mi vigesimoséptima primavera empecé a trabajar en insitutos de secundaria de Jaén, Cádiz y Granada, y descubrí que había encontrado una razón por la que luchar.
-En mi vigesimoctava primavera trabajé en Almería y tuve la suerte de conocer a gente que sé que serán amigos de por vida: Sergio, Laura, Adolfo...

¿Qué me deparará mi vigesimonovena primavera?

sábado, 25 de diciembre de 2010

Nuestra Señora del Sagrado Corazón Psicodélico


Me he hecho devoto de Nuestra Señora del Sagrado Corazón Psicodélico. Procedente de un bazar chino, es una imagen que peregrina entre fiestas y raves acompañando a las sesiones de Dj Chungo. Ayer, sin ir más lejos, pude verla presidiendo solemnemente una mesa de mezclas en una rave clandestina debajo de algún puente de esta ciudad, "La tierra de María Santísima", que la llamaron los pedantes.

Tan magna representación mariana ilumina con su luz psicodélica y multicolor todos los sitios que Ella habita. Mariquita y kitsch a partes iguales, nuestra amantísima titular sale de procesión por las noches, en una eterna madrugá en la que no viene acompañada de cornetas y tambores, sino de dance, house, techno, minimal o progressive. Es una artista, la Reina de la Pista, la patrona de los modernos. Sus más fieles seguidores estamos intentando organizar una hermandad, para rendirle todos los honores en una capilla que no tendrá lienzos de Zurbarán, pero sí fotografías del Hola e instantáneas de Santa Lola Flores y Beato Miguel de Molina.

Virgen Amantísima del Sagrado Corazón Psicodélico, por ti suspiramos, y te pedimos, que ilumines con tus rayos multicolor los caminos que nos guiarán a tu divina presencia. Te pedimos que no haya más ediciones de Operación Triunfo, y que los comentaristas de la prensa rosa sean devorados por un tsunami de postmodenidad que les haga honrarte a Ti y a tu bendito Corazón. Te rogamos que las noches sean largas y psicodélicas, y que nos lleguen mañanas luminosas y lúcidas para poder dormir en un sueño pausado que nos haga acercarnos más a tu amor infinito, rosa y petardo a partes iguales

Ponga un microcoche en su vida


Ponga un microcoche en su vida... y será feliz.

En la calle donde vivo en Arcos hay un elemento inquietante que además tiene la dicha de cambiar de atuendo día tras día. Me estoy refiriendo al "Microcar" de color rojo que está permamentemente aparcado en la entrada a mi portal. Suele tener el capó delantero abierto y sujetado con un palo de la fregona. Aunque otras veces es el recogedor. Unos días el coche tiene el motor encendido, a pesar de que no haya nadie dentro. Otros, está apagado, pero el espejo retrovisor tiene una cuerda que lo amarra a uno de los raquíticos árboles que pueblan la calle. Llegar a casa día tras día y observar en qué estado se encuentra el microcoche, diseñado por el mismísimo demonio, es siempre una sorpresa agradable e hilarante, máxime si tenemos en cuenta que suelo aparcar a su vera. A su verita, vera, que decía esa copla tan bonita.

A estas alturas, algunos se preguntarán si este maravilloso objeto de cuatro ruedas tiene dueño. En efecto. Se trata de un señor mayor que suele observar sus performances desde la ventana de su casa, en el piso bajo del edificio. Suele merodear siempre alrededor de su gran obra, a veces con unas neveras de esas de playa que suelen contener, por lo que he podido cotillear, bolsas de basura sumamente grasientas, que a veces deposita en el minúsculo maletero del cuatriciclo.

Lo que más me gusta de todo esto es que esta anécdota es inagotable, porque se renueva día tras día. Para los incrédulos: Esta historia es totalmente verídica.

O todo está del revés... o lo estoy yo


Tomo la idea prestada de una viñeta de Cutlas, que sale diariamente en un periódico gratuito, no recuerdo cual.

Supongo que quien más y quien menos habrá tenido esta sensación alguna vez. En lo que respecta mí, la tengo casi siempre. Aún no sé decantarme por ninguna de las dos opciones. Quizás es que las dos sean ciertas: Todo está del revés y también lo estoy yo. Tampoco me preocupa en demasía, simplemente me entristece a veces lo poco que encajo en determinados ambientes. Es cierto que ser gay no implica una militancia acérrima en una forma de vida. Lo que suelen vender en los medios de comunicación sobre el gay arquetípico dista mucho de lo que yo soy. Lo que veo en los bares y pubs de todas las ciudades dista más aún. Me pregunto a veces porqué acudo a ese tipo de locales, cuando nunca termino de encontrarme cómodo. Ni yo les gusto, ni ellos me gustan a mí. Puede que sea un bicho raro, pero eso tampoco me inquieta. Es más. Me siento orgulloso de ser como soy. Tengo gente que me quiere. Y mucho además. No creo que deba quejarme de los amigos que voy conociendo a lo largo de mi vida. Todos especiales. Todos distintos. Todos bichos raros, como yo.

La Vacaburra


Señoras y Señores: Hoy tengo el pacer de presentarles a la Vacaburra.

Personalmente me declaro fans de este tipo de adjetivos compuestos. ¿Qué cara tendrá el Calientapollas? ¿Será guapa la Chocholoco? ¿Pensáis que será atractivo Juancojones o por el contrario será un hombre repugnante? Lo que está claro es que la Vacaburra es tal y como la ven ustedes en imagen: Gorda y con ubres descomunales. Con la piel a manchas. Con las orejas alargadas y un hocico coronado por unos bigotes de lo más pispendos.

Solemos llamar Vacaburra a señoras con muchos kilos y, muy probablemente, con algunos años a sus espaldas. Suelen ser el vivo ejemplo de la mediocridad, y un claro muestrario de la petardez humana llevada a sus límites más ridículos, en tanto en cuanto dicha petardez no se manifestaría en muestras de un surrealismo absurdo y pintoresco, sino en una antipatía innata y, para colmo, no reconocida, circunstancia ésta que hace que la vacaburra resulte más vacaburra si cabe. Personaje idiota y desagradable donde los haya, suele poblar las tardes televisivas de nuestra España, interrogando a famosos y no tan famosos con un halo de superioridad verdaderamente sonrojante.

Mi última adquisición en vacaburras tuvo lugar la otra tarde en el médico. Fui por primera vez a conocer a mi doctora asignada en Arcos de la Frontera. Cumplía todas y cada una de las caraterísticas físicas y psíquicas anteriormente enumeradas. Me trató con desprecio y no tuvo ni siquiera la educación de mirarme a la cara. Salí de la consulta con un seco "Adios" después de que me despachara en menos de un minuto sin resolver mis dudas. Bajé a información a quejarme y a pedir que me cambiaran de médico porque me negaba a ser atendido otra vez por semejante engendro.

Vacaburra total, la señora. Que le follen.
 

Pedro Almodóvar


El próximo 20 de octubre, Pedro Almodóvar recibirá el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. Como no sé si ese día podré colgar un paint, lo dejo aquí durante toda la semana. Aquí va mi sencillo homenaje a un hombre que para mí es mucho más que un director de cine. Quien me conozca sabrá que no soy un fanático de Pedro. Soy un integrista. Me he leído todos los libros y estudios sobre su cine, tengo en mi casa todas sus películas y las he visto numerosas veces. Hay secuencias que me sé de memoria. Disfruto con cada minuto de su cine, y me siento privilegiado por sentir tan a flor de piel todas y cada una de sus historias, todos y cada uno de sus inolvidables personajes.

En mi mente y en mi corazón quedan grabados por siempre momentos irrepetibles de un cineasta atemporal. ¿Cómo olvidar la lluvia dorada de Bom sobre la cara de Luci en "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón"? ¿Cómo no acordarse de la fotonovela que realizan Pedro y Fabio en "Laberinto de pasiones"? Siempre resuena dentro de mí el grito desesperado de la Madre Superiora de "Entre tinieblas", o la desesperación de Gloria en su encuentro con la farmaceútica, verdadero culmen de esa maravilla llamada "¿Qué hecho yo para merecer esto!". Maravilloso es también Ángel en esa confesión a la policía en "Matador", e inconmensurable es Tina recibiendo una ducha por parte de un barrendero en la absolutamente imprescindible "La ley del deseo". No puedo quitarme de la cabeza el sonido de los tacones de Pepa en "Mujeres al borde de un ataque de nervios", ni olvidar la cura que le hace Marina a Ricky tras recibir una paliza en "Átame!". Impagable es el encendido diálogo que mantienen a puerta cerrada Rebeca y Becky en "Tacones lejanos", y transgresora y genial es la violación de Paul Bazzo en la surrealista "Kika". Nunca me dejará de emocionar el ojo de Leo llamando a su madre desde la oscuridad en esa pequeña gran película que es "La flor de mi secreto", y siempre me sorprenderá el flechazo de David y Elena en "Carne trémula". No se puede explicar con palabras lo que me produce la muerte de Esteban en "Todo sobre mi madre", y menos aún ese Marcos con los ojos bañados en lágrimas viendo por la ventana cómo Alicia vive, en "Hable con ella". Vibré con el encuentro en la piscina entre Enrique Goded y el falso Ignacio Rodríguez en la infravalorada "La mala educación" y lloré literalmente de emoción cuando Irene volvió del más allá de debajo de la cama para enfrentarse a la gran Raimunda de "Volver"...

Por todo ello, sólo quiero dar gracias a Almodóvar. Y mi más sentida enhorabuena

El Cocoon


La otra noche, en una terraza frecuentada por la juventud de Arcos de la Frontera, apareció un señor que merece no sólo mi atención sino también la vuestra, a ser posible. Apodado por Grego como "El Cocoon", en relación a una película que yo no recuerdo haber visto, este hombre de unos setenta y pico de años bebíase los cubatas a un ritmo verdaderamente vertiginoso sin perder un ápice de equilibrio. Es más, mientras más horas pasaban, más activo se encontraba, y eran más gráciles sus movimientos. No paraba de moverse, merodeando entre las mesas altas repletas de vasos y botellas, y buscando, con una mirada pícara digna de los mejores momentos de Paco Martínez Soria, una hembra que le diera calor. De repente se acercaba a una quinceañera y le sonreía mientras le guiñaba el ojo. A los siete segundos podías verlo en la otra punta del bar intentando entablar relaciones con otra jovenzuela que no salía de su asombro. A veces se asomaba al interior del local, pero volvía, cada vez con más rapidez, a frecuentar todos los grupos que estábamos en el exterior. Cada vez era más descarada su actitud, y mientras esto pasaba, todos los allí presentes estábamos completamente pendientes de sus movimientos, que de rápidos que se tornaban cada vez se hacían más difíciles de seguir. Cuando menos lo espérabamos, el buen hombre desapareció por una calle que se dirigía al casco antiguo.

Esto va para quien piensa que sólo hay personajes en mi pueblo. Como véis, los hay en todas partes. Sólo tenéis que mirar a vuestro alrededor. En la foto, vemos al Cocoon posando ante la peña de Arcos, con las iglesias de San Pedro y Santa María y el castillo coronando la ciudad. Vaya pasada de lugar.

La Rana


Justo al lado del comercio de Los Vikingos, que vimos ayer, vivía un ser no menos particular. Nos estamos refiriendo a La Rana, apodada de esa manera a causa de la acusada deformación de sus extremidades inferiores, que verdaderamente parecían ancas del citado anfibio. Por no hablar de su altura, que rozaba el enanismo. El problema de esta señora no era su apariencia físiica. El problema era toda ella. Y claro, su aspecto ayudaba a que fuera una de las aspirantes eternas al título de "personaje del pueblo". Nunca llegó a obtenerlo porque le faltaba carisma. Era una mujer arisca y huraña, que miraba con cara de demonio a quien se interpusiera en su camino, y que llegaba a atizar con su bastón si la persona no era de su agrado. Es más, llegó a escupir a personas muy cercanas mías. Era por tanto, rana por dentro y rana por fuera. Una anécdota que ayuda a comprender mejor la idiosincrasia de este personaje es la siguiente: La Rana vivía encima de un bar que, en verano, cerraba pasada la medianoche. Dado que la anfibia no podía conciliar el sueño, salía a su balcón de vez en cuando para vociferar, acompañada de la escobilla del water, con la que rociaba a todos los transeúntes estivales. La mala leche, como véis, la llevaba en la sangre. Cuando estaba de buenas, se colocaba en ese mismo balcón, pero sentada, a cotillear todo cuanto sucedía en la calle, para luego criticar con otras marujas de su calaña todos los asuntos relativos a la indecencia de la juventud. Era de comunión diaria, y asistía a misa todos los días acompañada de otras señoras, que le acompañaban a subir las empinadas escalinatas de la iglesia, ya que, a pesar de todo, no saltaba, como otros bicejos de su especie.

En este caso, como véis, no me compadezco de este personaje, como otras veces. Un personaje que murió, como era de esperar, virgen. Un personaje que nunca tuvo las simpatías de nadie. Pero le dedico el fotolog porque, a pesar de todo, era eso, un personaje. 
 

Los Vikingos


En la década de los '60, fueron muchos españoles, y en especial andaluces y extremeños, los que salieron a probar suerte a otros lugares, incluso del extranjero. Tal fue el caso de "Los Vikingos", cuatro hermanos solterones que marcharon a Francia. Al tiempo regresaron a su pueblo natal con algún dinerillo ahorrado que les permitió montar un establecimiento comercial de lo más variopinto, en el que las personas podían adquirir productos procedentes del extranjero. Es posible que en sus inicios, el comercio fuera moderno e incluso rentable, pero como con el paso de los años nunca se renovaron las existencias, terminó por convertirse en un auténtico museo de los horrores al que sólo se acudía para comprar complementos de Navidades y Carnaval. Absolutamente obsoleta todo ella, la visita a la tienda de los Vikingos era obligada cuando de pequeños nos aburríamos y queríamos reirnos de los personajes del pueblo. Y no era para menos: La familia vikinga estaba compuesta por dos hermanos gemelos regordetes que tenían la curiosa costumbre de ponerse los pantalones a la altura del sobaco y que llevaban siempre camisas blancas. Ninguno de los dos tenía demasiadas luces, como tampoco las tenía su hermana delgada, apodada "La Mona" por su fealdad extrema. La hermana gorda era la más inteligente de la familia, y se supone que fue la encargada de acumular unas riquezas de forma compulsiva, ya que nunca salían de casa y tenían en el banco millones y más millones de pesetas. Malvivían míseramente, y eran el hazmerreir del pueblo. Eran la versión extremeña de los Monster. Unos freaks al estilo de los retratados por Tod Browning en esa maravilla que en España recibió el nombre de "La parada de los monstruos"

Cuando llegaron a viejos, los hermanos varones conocieron a sendas muchachas de compañía procedentes de Sudamérica que les lograron convencer para casarse, sabedoras ellas del dinero que tenían. Sea como fuere, los vikingos se casaron con ellas, que se encargaron de robarles todo el dinero que pudieron, comprando todo lo que desearon y vendiendo cualquier tipo de inmueble, para abandonarlos una vez se agotó la gallina de los huevos de oro. El final de la historia termina, como se ve, con moraleja, pues unas personas que podían haber vivido prósperamente toda su vida, optaron por guardar y guardar, viviendo en condiciones infrahumanas, hasta que alguien de fuera vino para robarles todo lo que habían acumulado absurdamente durante los últimos 40 años.

Aquí los vemos posando a los cuatro hermanos. Algunos ya no viven, y el resto está terminando sus días en un asilo.
 

Britney Spears de Palmete


A la Yessi le llaman la "Britney Spears de Palmete" por su estilazo y saber estar. A su Jonatan no hay quien se lo toque, que ya se encarga ella de llevar una navaja en el canalillo de las tetas por si la Fany o la Jenny le intentan meter cuello. Al novio hay que tenerlo atao y bien atao, sobre todo desde que se ha comprao el 206 negro con el equipo de música de última generación.

A la Yessi le gusta ir de botellón y poner musicón en el coche con el maletero abierto. Le gusta ponerse cadenas de oro, los colores ácidos y la ropa provocativa. Le gusta teñirse el pelo de amarillo putón, y su pasión por la peluquería le lleva literalmente a tunnearse el pelo, como puede apreciarse en la imagen. Las cejas, eso sí, más negras que el chocho de las Azúcar Moreno, pa que haga contraste, que queda mu bien. A la Yessi le gusta también, porqué no decirlo, meterse en pelea. Ve todos los días "Gran Hermano" y su preferida es siempre la más bajuna y ordinaria de la casa de Guadalix de la Sierra. La Yessi no ha terminao la ESO y actualmente está echando curriculums en el DIA y en el LIDL, aunque su máxima aspiración es el METADONA, porque tiene así como más estilo. Todo es porque se quiere comprar con el Jonatan un apartamento de esos de VPO en Sevilla Este, pa por lo menos irse los fines de semana a echar un casquete, ya que está un poco harta de los aparcamientos del Estadio Olímpico.

Qué estilazo, la Britney Spears de Palmete

Los dos moros, el amante bandido y la rana dicharachera


He estado más de una vez en los Carnavales de Cádiz, pero cuando mejor me lo pasé fue aquel año que alquilamos una minúscula habitación a una señora de los más freak. María y yo nos disfrazamos de pareja oriental a lo "Mil y una noches", pero Isadora estuvo largas horas elaborando un traje de Rana Gustavo con el micrófono incluido. Fuimos a Cádiz en autobús, y allí estaba esperándonos Nacho, que había llegado antes que nosotros. Isadora adoptó la postura de cicerone ya que se las daba de gran entendida en carnaval y todo lo que acompaña a los intríngulis de chirigotas, comparsas y demás. A María y a mí no nos quedó otra que ceder a la presión y tuvimos que esperar a que unos conocidos de la citada anfibia terminaran un botellón en una casa sin que ni siquiera se nos ofreciera consumición alguna. Llegamos a la Plaza Mina, atestada de personas con botellonas, pasadas las dos de la madrugada y allí no paramos hasta localizar a Nacho, que estaba disfrazado de Amante Bandido, dado que dos amigas de su facultad iban ataviadas con el look típico de las Azúcar Moreno. De vez en cuando nos deleitaban los tres con el hit eurovisivo en cuestión. Dado que Isadora no mostraba intereses lúdico-etílicos verdaderamente relevantes, no tardamos en alejarnos de su grupo de conocidos para estar con Nacho, aunque iba y venía para informar con su verborrea cansina y, en ciertos momentos, poco soportable. Como no terminó de integrarse en la nueva situación, que cada vez se tornaba en más y más divertida, terminó por irse poco después de las cinco de la madrugada. Fue entonces cuando empezó a animarse la noche, y, una vez terminado el botellón, terminamos comprando botellas de Moscatel y moviéndonos por las calles aledañas, barrio La Viña incluido, hasta que se nos fue haciendo de día. Terminamos Nacho, María y yo sólos deambulando sin parar de reirnos con un estado mental propio de una ingesta de LSD, pese a que nunca tuvimos conciencia de que consumiéramos tal sustancia. Nacho tomó las riendas de la situación y se obsesionó con Isadora ("La Rana"), de forma que los chistes sobre ella se sucedían uno tras y otro casi sin parar. Nos encontramos un carrito de la compra que se convirtió en nuestro vehículo de locomoción hasta que vimos unos autobuses que nos llevaron a nuestro alojamiento, al que llegamos pasada la una del mediodía. Mientras más nos acercábamos, más nos reíamos ante la situación de encontrarnos a la rana dormida en su cama. A las tres horas nos despertamos y la rana se había marchado para asistir a ver la actuación de los coros por las calles de la ciudad. Nacho cogió el disfraz del reportero más dicharachero de Barrio Sésamo e hicimos una sesión fotográfica de lo más particular. Fue una de las noches más recordadas. Uno de los días de mi vida en los que mejor me lo he pasado y más me he reido.

Hoy traigo a Cádiz al fotolog porque hoy he estado allí. Desde mañana trabajaré y viviré en uno de los pueblos más bellos de España: Arcos de la Frontera. La pega es que sólo serán dos meses. Retorno a mi condición de profesor itinerante. Tendréis noticias.

Saludos gaditanos.

Qué bien nos los pasamos echando migas a los patos


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"Qué bien nos lo pasamos echando migas a los patos. Mientras más migas le echamos, mejor nos lo pasamos... "

¿Se os ocurre letra más absurda y situación más ridícula para una canción infantil? La primera vez que mi amiga Vane, futura maestra de Educación Infantil, me cantó este temazo, quedé sorprendido y maravillado ante tal derroche naïf. Se me venía a la mente la imagen de un grupo de niños que, cual autómatas, iban arrojando migas con precisión milimétrica hacia un estanque repleto de patos blancos e inexpresivos. Un fiestón, vamos. No me explico cómo con tal repetición interminable los niños de la canción pueden aumentar su diversión segundo tras segundo, teniendo en cuenta el hastío que suele causarnos, a niños y mayores, la rutina, a pesar de aquello que dicen que somos animales de costumbres. Yo por ejemplo llevo una semana mirando cada hora cómo actualizan la bolsa de sustituciones para Educación Secundaria, y os puedo asegurar que dicha operación no me causa ninguna alegría, ni me he visto más feliz desde que lo hago, máxime si tenemos en cuenta que la llamada telefónica que me dirá mi próximo destino se alarga de forma casi insoportable. Así que, yo no me lo paso bien echando migas a los patos. Ya queda menos, supongo. Un saludo!
 

viernes, 24 de diciembre de 2010

SaraPepaGon se ríen mogollón


En efecto. Son varios los ejemplos que pueden ponerse de ataques de risas compartidos entre estas tres personas, pero destaca sobremanera el ocurrido en Madrid hace la friolera de casi diez años subiendo por una calle del barrio de Malasaña (¿o era Lavapiés? ¿o era Chueca?). No se recuerda el motivo principal de las risas, pero se sucedían pequeñeces que aumentaban el estado de hilaridad de estos tres seres, que, pese a lo que pueda parecer, no habían ingerido ninguna sustancia psicotrópica o alucinógena. Tan exageradamente escandalosas eran las risas que se contagiaban entre ellas sin orden ni concierto, hasta tal punto que los tres personajes cayeron casi simultáneamente al suelo de rodillas mientras se retorcían en espasmódicos movimientos imposibles de controlar. Tardaron tiempo en recuperarse y poder levantarse para proseguir la marcha y así alcanzar al resto de compañeros de facultad que avanzaban más adelante, y que no alcanzaban a entender tan asombrosa expresión de felicidad y despiporre.

Ayer estuve con Sara y con Pepa, y volvimos a tener otro pequeño ataque recordando estas y otras anécdotas de nuestros años de universidad. A finales de Septiembre de 1996 entrábamos todos en la Universidad para estudiar Historia del Arte. Se cumplen diez años ahora, y muchos de nosotros aún estamos en contacto. Es bonito y divertido reencontrarse con personas a las que tienes cariño y con las que viviste episodios tan auténticos y surrealistas como el del ataque de risa en Madrid. Anécdotas hay miles. Sólo tenemos que tirar del hilo. Por tanto, este paint va dedicado a aquellos años de barriladas y botellonas, de bibliotecas y fotocopias, de porritos y de risas. Y en especial a Sara y Pepa, que, como Gon, se ríen mogollón.
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