Hoy me he levantado... vomitando.
Es lo que tiene esto de la noche, que si es buena, el día que le sucede será proporcionalmente malo en lo que a estado físico y mental se refiere. Anoche, en efecto, me lo pasé muy bien, y me amaneció en una jaima a orillas del Mediterráneo. Quedé dormido en un sofá de la casa de Sergio mientras aún se consumían los últimos cubatas. Llegando el mediodía desperté entre retortijones de estómago y rayos y centellas dentro de mi cabecita. Me revolvía en el sofá aquejándome de mis dolores, con las frases típicas que suele tener un servidor cuando se encuentra mal: "Por quéeeee?", "Mamáaaaaaaa", "Qué malito estoy", "Quiero un novio que me cuide", y demás sandeces.
Cuando volvía con Alicia en el autobús hacia Roquetas pensaba que podría escribir perfectamente un ensayo titulado "Escatología del vómito", pues aunque hoy he sido correcto y he acudido al urinario con la debida antelación, he tenido épocas gloriosas en lo que a expulsiones públicas atañe. Mis primeros años de universidad fueron especialmente prolíficos, y entre ellos destaco aquel cumpleaños de Javi en el que me pillé tremenda borrachera a los pies de la Torre del Oro de Sevilla. A la mañana siguiente, Javi me llamó para saber mi estado, y mientras hablaba con él casi no podía articular palabra, pues algo dentro de mí quería salir fuera. "Javi, creo que me encuentro mal". Y acto seguido vomité como si de un volcán del Pacífico se tratara y manché teléfono, paredes y la cama de mis padres mientras mi interlocutor escuchaba desde su teléfono tan surrealista situación.
... no sigo contando más anécdotas similares, porque para ello ya escribo el libro. Eso sí, dejo pistas para aquellos que me acompañaron en alguna de ellas:
- Paseo de Berlanga- Restaurante Gallego de Llerena- Pub de Lavapiés en Madrid- Contacto en Almería- Servicios del insti de Granada- Pensión en Córdoba- Capote en Sevilla- Fiesta de la Primavera en el Charco de la Pava de Sevilla- Casa de mi Tita Graci en el pueblo- Puerta del Cara B en Sevilla-
... y un largo etcétera amigos. Ya te digo, "Escatología del vómito"
Es lo que tiene esto de la noche, que si es buena, el día que le sucede será proporcionalmente malo en lo que a estado físico y mental se refiere. Anoche, en efecto, me lo pasé muy bien, y me amaneció en una jaima a orillas del Mediterráneo. Quedé dormido en un sofá de la casa de Sergio mientras aún se consumían los últimos cubatas. Llegando el mediodía desperté entre retortijones de estómago y rayos y centellas dentro de mi cabecita. Me revolvía en el sofá aquejándome de mis dolores, con las frases típicas que suele tener un servidor cuando se encuentra mal: "Por quéeeee?", "Mamáaaaaaaa", "Qué malito estoy", "Quiero un novio que me cuide", y demás sandeces.
Cuando volvía con Alicia en el autobús hacia Roquetas pensaba que podría escribir perfectamente un ensayo titulado "Escatología del vómito", pues aunque hoy he sido correcto y he acudido al urinario con la debida antelación, he tenido épocas gloriosas en lo que a expulsiones públicas atañe. Mis primeros años de universidad fueron especialmente prolíficos, y entre ellos destaco aquel cumpleaños de Javi en el que me pillé tremenda borrachera a los pies de la Torre del Oro de Sevilla. A la mañana siguiente, Javi me llamó para saber mi estado, y mientras hablaba con él casi no podía articular palabra, pues algo dentro de mí quería salir fuera. "Javi, creo que me encuentro mal". Y acto seguido vomité como si de un volcán del Pacífico se tratara y manché teléfono, paredes y la cama de mis padres mientras mi interlocutor escuchaba desde su teléfono tan surrealista situación.
... no sigo contando más anécdotas similares, porque para ello ya escribo el libro. Eso sí, dejo pistas para aquellos que me acompañaron en alguna de ellas:
- Paseo de Berlanga- Restaurante Gallego de Llerena- Pub de Lavapiés en Madrid- Contacto en Almería- Servicios del insti de Granada- Pensión en Córdoba- Capote en Sevilla- Fiesta de la Primavera en el Charco de la Pava de Sevilla- Casa de mi Tita Graci en el pueblo- Puerta del Cara B en Sevilla-
... y un largo etcétera amigos. Ya te digo, "Escatología del vómito"
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