Hoy tengo el placer de presentaros a la terrorífica pandilla de las niñas con faldas largas.
He de decir que esta pandilla existe. La ví el pasado domingo. Y lo más curioso es que las veo todos los años, deambulando como autómatas entre el gentío que busca procesiones por el casco antiguo de la ciudad. Sólo se las ve estos días, pero no pasan desapercibidas. Suelen ir agrupadas unas 15 ó 20. De una palidez extrema y con nulos atractivos, andan rápida y nerviosamente, como exaltadas. Parecen sacadas de otra época, visten camisas y faldas sumamente largas, con e imposibles y antiquísimos estampados y con una combinación de colores elegida por el mismo Satanás. La explicación a tanto surrealismo concentrado suele descubrirse cuando ves cerca de ellas a una señora mayor de pelo corto y canoso, de estética similar pero con colores más apagados aún. Este conjunto espectacular, esta performance improvisada, irrumpe en mis retinas año tras años y aún sigo sorprendiéndome. De repente me viene a la cabeza la gran película "Freaks" ("La parada de los monstruos"), de Tod Brownning, y esa secuencia en la que el grupo de monstruos vestidos con indumentaria infantil dan vueltas en lo que parece ser un corro de la patata o algo similar. A los que estéis por Sevilla esta tarde: No inténteis buscarlas, aparecerán ante vuestros ojos en el momento más inesperado. Es lo que los surrealistas llamaron el "objeto encontrado". Que disfruten con el espectáculo si tienen ocasión.
He de decir que esta pandilla existe. La ví el pasado domingo. Y lo más curioso es que las veo todos los años, deambulando como autómatas entre el gentío que busca procesiones por el casco antiguo de la ciudad. Sólo se las ve estos días, pero no pasan desapercibidas. Suelen ir agrupadas unas 15 ó 20. De una palidez extrema y con nulos atractivos, andan rápida y nerviosamente, como exaltadas. Parecen sacadas de otra época, visten camisas y faldas sumamente largas, con e imposibles y antiquísimos estampados y con una combinación de colores elegida por el mismo Satanás. La explicación a tanto surrealismo concentrado suele descubrirse cuando ves cerca de ellas a una señora mayor de pelo corto y canoso, de estética similar pero con colores más apagados aún. Este conjunto espectacular, esta performance improvisada, irrumpe en mis retinas año tras años y aún sigo sorprendiéndome. De repente me viene a la cabeza la gran película "Freaks" ("La parada de los monstruos"), de Tod Brownning, y esa secuencia en la que el grupo de monstruos vestidos con indumentaria infantil dan vueltas en lo que parece ser un corro de la patata o algo similar. A los que estéis por Sevilla esta tarde: No inténteis buscarlas, aparecerán ante vuestros ojos en el momento más inesperado. Es lo que los surrealistas llamaron el "objeto encontrado". Que disfruten con el espectáculo si tienen ocasión.
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