Aquí tenemos a un ejemplar actualizado de macho ibérico español, y más concretamente extremeño. El macho ibérico de la postmodernidad está ejemplificado en lo que se ha denominado con el eufemístico nombre de "metrosexual", concepto que, dicho sea de paso, ha hecho bastante daño a lo que se suele entender por buen gusto. Joaquín, llamado popularmente "El Carretero", es un chaval de unos 22 años, albañil y de buen porte, que, pese a ser guapo como él solo y estar como un tren, tiene altos índices de gilipollez. En sus días adolescentes le dio por insultarme de forma casi obsesiva, algo aún más inaudito si tenemos en cuenta que no nos conocíamos sino de vista y yo le llevaba, y le llevo, cinco años. Aún así, siempre pensé que este hombretón, cuyo culo debería ser declarado patrimonio nacional, era gay, porque su manera de mirarme, aunque fuera mientras me insultaba, no era normal. No se extrañen de la tendencia masoquista; a su novia, al parecer, le zurra. Amores reñidos, que se dice. En cualquier caso, cabe recordar que un amigo común me comunicó un día que el llamado Carretero había sido sorprendido por él mismo haciéndole una felación a otro lugareño en un cortijo. Mientras los demás comían en un día de campo chorizos y migas, este hombre, Carretero, se comía una buena.... bueno, ya se sabe.
Y carretera es precisamente lo que me toca ahora. 430 kilómetros por delante, que me vuelvo a Almería. Intentaré estar pronto con vosotros. Un abrazo.
Y carretera es precisamente lo que me toca ahora. 430 kilómetros por delante, que me vuelvo a Almería. Intentaré estar pronto con vosotros. Un abrazo.
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