Cuando María estuvo viviendo en Madrid, fui varias veces a la capital. También cuando estaba mi hermano, o cuando estaba Ana, que ahora vive en Londres. Suelo ir al menos una o dos veces al año a Madrid, aunque últimamente lo tengo un poco olvidado. De todas formas, siempre hay algo interesante para ir a Madrid, o para pensar en Madrid. El año que María estuvo en Madrid, vivía en un bonito piso de Lavapiés, en la calle Argumosa. Me enamoré de ese barrio por su arquitectura, su luz y su mezcla de culturas. Le da mil vueltas a Malasaña, Chueca, Huertas o La Latina, por poner otros ejemplos paradigmáticos. Tomar una cerveza en una terraza de Lavapiés un día de sol no tiene precio. Cruzarte con elementos como el que tenéis en pantalla, tampoco. Este paint va dedicado a Madrid, que después del tiempo que llevo sin pensar en esta ciudad, seguro que tiene muchas cosas que ofrecerme
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