Informo a todo bicho viviente que ande por Sevilla que he vuelto al Valle del Guadalquivir con ocasión del puente de la Inmaculada Constitución, como me gusta a mí llamarlo. Hasta el domingo estaré disponible para niños y niñas. Podría haber sido mejor aún, y haberme venido el viernes en lugar de esta tarde, pero hoy he tenido que trabajar, y vaya sensación absurda de tiempo perdido que he tenido a lo largo de toda la mañana, pues con ocasión de la efeméride de nuestra constitución, en el instiputo hemos estado toda la mañana haciendo murales sobre artículos diveros... y claro, eso no da sensación de trabajar ni de hacer cosas productivas, sino de ser políticamente correcto. Fíjate que hasta me he salido al patio a escuchar el himno nacional, qué mono quedaba yo con Laura y Adolfo en la puerta de la cafetería. El caso es que la realización de estos trabajos manuales me ha valido para comprobar la poca imaginación que tienen los adolescentes de hoy día, salvo contadas excepciones. Los niños pequeños les dan mil vueltas en frescura, está claro. Para un día como hoy, rescato este garabato que encontré hace poco sobre una enciclopedia setentona titulada "El mundo natural", que yo me encargué de decorar en mis días infantiles con imágenes tan grotescas como la que véis. Pues eso, que ya estoy aquí. Feliz puente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario