Bienvenidos a un mundo paralelo: Las citas a ciegas. Se podría hacer un estudio antropológico de este fenómeno, que ha crecido a un ritmo imparable con la popularización del interné. Ya sabéis, puedo empezar y no parar: chats de IRC o similares, perfiles tipo Gaydar o bakalas entre otros muchos, y actividades diversas vía MSN con webcam incluida. Mil cosas se pueden hacer con el pecé, y quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Entre el ambiente gay que me diga quién no ha contactado alguna vez con un desconocido, que le pongo una estatua en San Pedro del vaticano, Bueno, allí no, jejeje, mejor que no. Pues eso, yo también he tenido algunas. O varias. Bueno, a lo que voy, que unas veces es un rollazo, porque no veas la panda de frikis que pululan por la red, pero, oye, algunas veces te encuentras con alguien interesante. En resumidas cuentas, que pese a todos estos inconvenientes, el hecho de que de vez en cuando salte alguna chispa es motivo más que suficiente para que a veces hagamos esa cosa tan absurda de quedar con alguien anónimo. Porque, la verdad, es absurdo. Y punto en boca!
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